La realidad nacional y sobre todo la de nuestros estudiantes se vio puesta a prueba durante el tiempo de pandemia, con todos los desafíos y dificultades que presentó. El retorno a la presencialidad durante este año puso a prueba a todos los establecimientos educativos, sobre todo en lo que implica la violencia escolar la cual aumento en un 38% respecto a 2019.
Es en este sentido que nuestro colegio inició un proceso de modificaciones, lo cual se tradujo en la actualización de los reglamentos que regulan aspectos disciplinarios y normativos del colegio, se aumentó la dotación que forma parte del equipo de inspectores, se coordinó con entidades especialistas un conjunto de charlas dirigidas a padres, apoderados y estudiantes junto con el abordaje de situaciones y casos complejos dentro del establecimiento, que requerían atención de forma urgente y el permanente trabajo del equipo de apoyo escolar con nuestros estudiantes.
Transitemos junto hacia un colegio más seguro, confiable y que vive la convivencia en sus diversos aspectos.